viernes, 4 de diciembre de 2015

El peligro de servir sin amar

Jehú fue un rey que sirvió y obedeció a Dios con toda la pasión posible, en su función de limpiar a Israel de toda idolatría a Baal, mató al rey de Israel: Jorám, al rey de Judá: Ocozias, a Jezabel la esposa del ex-rey Acab, hizo matar a los 70 descendientes de Acab, y mató a decenas de profetas baales, y Dios se agradó por su valiente obediencia.




Quien empieza a leer la historia bíblica sobre el rey Jehú sin duda va a sentir que éste es un gran hombre de Dios, por la contundencia con que hace lo que Dios le mandó a hacer, te sorprenderá su capacidad militar y creativa en el servicio al Señor.




Sin embargo, al final de la historia se comenta algo que te deja desconcertado, dice que Jehú nunca dejó su idolatría hacia los becerros de oro. !!!




Creo que este tipo de cosas suceden cuando no se ama a Dios lo suficiente, no es lo mismo decir: “sirvo a Dios con todo mi corazón” que decir “Amo a Dios con todo mi corazón”, Jehú sirvió a Dios con todo su corazón pero no le amó así, y esto fue una puerta abierta para que concibiera la idea de servir al mismo tiempo a un dios pagano.




Así sucedió con Jesús estando con Martha y María, Martha quería servirle y María quería amarle, Jesus notó esto y le dijo a Martha que María había escogido la mejor parte, porque un servidor no es tan fiel como un amador.




En Apocalipsis 2:3 Dios envía un ángel a la iglesia de Efeso y les dice que les valora todo su servicio y compromiso con su obra, pero que tiene contra ellos que han perdido su primer amor, y además les dice que por esto les va a quitar el candelero de en medio de ellos.


Ya decía el Señor que el primer mandamiento es: “Amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas”. Él sabia porqué lo decía!!!

Autor: VictorPredica
 


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