El
peligro de servir sin amar
Jehú
fue un rey que sirvió y obedeció a Dios con toda la pasión
posible, en su función de limpiar a Israel de toda idolatría a
Baal, mató al rey de Israel: Jorám, al rey de Judá: Ocozias, a
Jezabel la esposa del ex-rey Acab, hizo matar a los 70 descendientes
de Acab, y mató a decenas de profetas baales, y Dios se agradó por su valiente obediencia.
Quien
empieza a leer la historia bíblica sobre el rey Jehú sin duda va
a sentir que éste es un gran hombre de Dios, por la contundencia con
que hace lo que Dios le mandó a hacer, te sorprenderá su capacidad
militar y creativa en el servicio al Señor.
Sin
embargo, al final de la historia se comenta algo que te deja
desconcertado, dice que Jehú nunca dejó su idolatría hacia los
becerros de oro. !!!
Creo
que este tipo de cosas suceden cuando no se ama a Dios lo suficiente,
no es lo mismo decir: “sirvo a Dios con todo mi corazón” que
decir “Amo a Dios con todo mi corazón”, Jehú sirvió a Dios con
todo su corazón pero no le amó así, y esto fue una puerta abierta
para que concibiera la idea de servir al mismo tiempo a un dios
pagano.
Así
sucedió con Jesús estando con Martha y María, Martha quería
servirle y María quería amarle, Jesus notó esto y le dijo a Martha
que María había escogido la mejor parte, porque un servidor no es
tan fiel como un amador.
En
Apocalipsis 2:3 Dios envía un ángel a la iglesia de Efeso y les dice
que les valora todo su servicio y compromiso con su obra, pero que
tiene contra ellos que han perdido su primer amor, y además les dice
que por esto les va a quitar el candelero de en medio de ellos.
Ya
decía el Señor que el primer mandamiento es: “Amarás
a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas
tus fuerzas”. Él
sabia porqué lo decía!!!
Autor: VictorPredica
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